El emblemático 585 de Park Avenue fue elegido una vez más como lugar de celebración de la gala anual de la Hispanic Society of America. El programa de la noche quiso hacer justicia al prestigio de la institución, agasajando a los invitados con un cóctel, cena y baile en honor a los homenajeados este año con la medalla de Sorolla.
Sin duda, el prestigio de la Hispanic resultó un potente reclamo para los aproximadamente 400 invitados al acto. A las siete de la tarde se abrían las puertas a la prensa y, pasados diez minutos, ya empezaba a correr el champán. Como toda black tie party que se precie en Manhattan, la extravagancia no está reñida con el glamour, de ahí que la diversidad de clutches de Chanel y estolas se hiciera notar desde el primer momento.
El photocall tardó algo más en acaparar la atención de los medios pero una vez que empezó, la sala quedó atestada en cuestión de segundos. La lista de invitados incluía, entre otros, al embajador español, Jorge Dezcallar; el cónsul general de España, Fernando Villalonga; el director del Metropolitan Museum de Nueva York, Thomas Campbell, así como uno de sus conservadores estrella, Andrew Bolton; parte de Christie´s Nueva York, y Juan Pablo de Laiglesia, embajador representante permanente de España en las Naciones Unidas, entre otros. También se pudo distinguir a los diseñadores Óscar de la Renta, Agatha Ruiz de la Prada, la cantante Marta Sánchez y la millonaria modelo Amanda Hearst.
Historia y medallas
Cuando Archer Milton Huntington fundó la Hispanic Society of America en 1904 aún faltaban cuatro años para que recibiera a sus primeros visitantes. La institución se ubica desde aquella fecha en el norte de Manhatttan, en la calle 155, muy alejada de los núcleos culturales de galerías y museos de la ciudad y, sin embargo, la magnífica colección del filántropo está cómodamente asentada en el modernista Audubon Terrace. La Sociedad cuenta con un museo, una biblioteca y un seminario de estudios hispánicos medievales de gran renombre.
A raíz de la amistad que Huntington compartía con Joaquín Sorolla, se encargó la decoración de una de las salas con la famosa serie Visiones de España. Esta estrecha relación hizo que en 1910 se fundiera una medalla bajo el nombre del artista y diseñada por el escultor Victor David Brenner. En 1924 se otorgó la primera medalla como premio y fue entregada de manera esporádica y extraordinaria hasta 1988.
En 2005, la Junta Directiva decidió otorgar la medalla en una gala anual para conmemorar la creación de la Hispanic a un miembro de la sociedad que hubiera destacado por su contribución a las artes y la cultura. Entre los premiados desde entonces se encuentran, entre otros, Lydia Sada, reconocida autoridad en el arte colonial mexicano; Joseph y Carmen de Unanue, líderes filantrópicos por su dedicación al arte; Rodrigo Uría, presidente del Real Patronato del Museo del Prado; Miquel Barceló; Rafael del Pino, presidente del Grupo Ferrovial y la Fundación Rafael del Pino; Eugenio López Alonso, creador de la Fundación Jumex y filántropo; Jonathan Brown, profesor de arte y cultura hispanas; Fernando d’Ornellas y Blanca Pons-Sorolla, de la Fundación A. Arocen; Javier Godó, presidente del Grupo Godó; y Antonio Pérez Simón, de la Fundación Jasps y Fundación Vallelongo.
España y México
En este 2011, el director ejecutivo y el presidente de la Junta Directiva, Mitchell A. Codding y George B. Moore, respectivamente, dieron la bienvenida a los in
vitados y paso a la entrega de las medallas a la Fundación Francisco Godia (Barcelona) y al Museo Soumaya (México) de la Fundación Carlos Slim por su labor de protección de las artes.
Liliana Godia y Soumaya Slim de Romero recogieron las medallas y quisieron contar a los invitados su experiencia y los recuerdos familiares de quienes inspiraron tales proyectos. En el caso de la Fundación Francisco Godia, su colección de objetos artísticos medievales es la base de la institución, pero también promueve el coleccionismo en aras de proteger el patrimonio cultural y artístico.
Por otra parte, Soumaya Slim hizo alusión durante su discurso de agradecimiento a la labor de su museo, que procura mostrar y hacer asequible al público el arte europeo y mexicano a través de publicaciones, actividades culturales, programas públicos y exposiciones.
Siempre es de agradecer que instituciones tan relevantes como la Hispanic Society of America dediquen parte de sus esfuerzos a reconocer a aquellos otros que fundan las bases de una nueva para promover las artes y la cultura. La excelente calidad de las colecciones de la institución neoyorquina y su labor de difusión del arte y la cultura hispanas es admirable; no obstante, la tradición de la gala es muy reciente y el hecho de que se celebre un acontecimiento tan señalado en un enclave distinto a su sede, no ayuda a ligar su tradición filantrópica con este acto de reconocimiento.
Sin duda, el prestigio de la Hispanic resultó un potente reclamo para los aproximadamente 400 invitados al acto. A las siete de la tarde se abrían las puertas a la prensa y, pasados diez minutos, ya empezaba a correr el champán. Como toda black tie party que se precie en Manhattan, la extravagancia no está reñida con el glamour, de ahí que la diversidad de clutches de Chanel y estolas se hiciera notar desde el primer momento.
El photocall tardó algo más en acaparar la atención de los medios pero una vez que empezó, la sala quedó atestada en cuestión de segundos. La lista de invitados incluía, entre otros, al embajador español, Jorge Dezcallar; el cónsul general de España, Fernando Villalonga; el director del Metropolitan Museum de Nueva York, Thomas Campbell, así como uno de sus conservadores estrella, Andrew Bolton; parte de Christie´s Nueva York, y Juan Pablo de Laiglesia, embajador representante permanente de España en las Naciones Unidas, entre otros. También se pudo distinguir a los diseñadores Óscar de la Renta, Agatha Ruiz de la Prada, la cantante Marta Sánchez y la millonaria modelo Amanda Hearst.
Historia y medallas
Cuando Archer Milton Huntington fundó la Hispanic Society of America en 1904 aún faltaban cuatro años para que recibiera a sus primeros visitantes. La institución se ubica desde aquella fecha en el norte de Manhatttan, en la calle 155, muy alejada de los núcleos culturales de galerías y museos de la ciudad y, sin embargo, la magnífica colección del filántropo está cómodamente asentada en el modernista Audubon Terrace. La Sociedad cuenta con un museo, una biblioteca y un seminario de estudios hispánicos medievales de gran renombre.
A raíz de la amistad que Huntington compartía con Joaquín Sorolla, se encargó la decoración de una de las salas con la famosa serie Visiones de España. Esta estrecha relación hizo que en 1910 se fundiera una medalla bajo el nombre del artista y diseñada por el escultor Victor David Brenner. En 1924 se otorgó la primera medalla como premio y fue entregada de manera esporádica y extraordinaria hasta 1988.
En 2005, la Junta Directiva decidió otorgar la medalla en una gala anual para conmemorar la creación de la Hispanic a un miembro de la sociedad que hubiera destacado por su contribución a las artes y la cultura. Entre los premiados desde entonces se encuentran, entre otros, Lydia Sada, reconocida autoridad en el arte colonial mexicano; Joseph y Carmen de Unanue, líderes filantrópicos por su dedicación al arte; Rodrigo Uría, presidente del Real Patronato del Museo del Prado; Miquel Barceló; Rafael del Pino, presidente del Grupo Ferrovial y la Fundación Rafael del Pino; Eugenio López Alonso, creador de la Fundación Jumex y filántropo; Jonathan Brown, profesor de arte y cultura hispanas; Fernando d’Ornellas y Blanca Pons-Sorolla, de la Fundación A. Arocen; Javier Godó, presidente del Grupo Godó; y Antonio Pérez Simón, de la Fundación Jasps y Fundación Vallelongo.
España y México
En este 2011, el director ejecutivo y el presidente de la Junta Directiva, Mitchell A. Codding y George B. Moore, respectivamente, dieron la bienvenida a los in
vitados y paso a la entrega de las medallas a la Fundación Francisco Godia (Barcelona) y al Museo Soumaya (México) de la Fundación Carlos Slim por su labor de protección de las artes.
Liliana Godia y Soumaya Slim de Romero recogieron las medallas y quisieron contar a los invitados su experiencia y los recuerdos familiares de quienes inspiraron tales proyectos. En el caso de la Fundación Francisco Godia, su colección de objetos artísticos medievales es la base de la institución, pero también promueve el coleccionismo en aras de proteger el patrimonio cultural y artístico.
Por otra parte, Soumaya Slim hizo alusión durante su discurso de agradecimiento a la labor de su museo, que procura mostrar y hacer asequible al público el arte europeo y mexicano a través de publicaciones, actividades culturales, programas públicos y exposiciones.
Siempre es de agradecer que instituciones tan relevantes como la Hispanic Society of America dediquen parte de sus esfuerzos a reconocer a aquellos otros que fundan las bases de una nueva para promover las artes y la cultura. La excelente calidad de las colecciones de la institución neoyorquina y su labor de difusión del arte y la cultura hispanas es admirable; no obstante, la tradición de la gala es muy reciente y el hecho de que se celebre un acontecimiento tan señalado en un enclave distinto a su sede, no ayuda a ligar su tradición filantrópica con este acto de reconocimiento.
Gala anual de la Hispanic Society of America